La primera descripción del clítoris de una serpiente fue realizada por investigadores de Australia y Estados Unidos.
En un nuevo estudio, publicado el martes en la revista Proceedings of the Royal Society B, se describe el tamaño y la forma del clítoris de las serpientes (o hemipene, como se lo conoce) de nueve especies diferentes de todo el mundo. Mediante la disección y el uso de tecnología de escaneo de rayos X en 3D, los investigadores pudieron estudiar los genitales de las serpientes hembras y compararlos con los genitales de las serpientes macho, el hemipene.
Investigaciones anteriores habían identificado erróneamente los hemiclítoris de las serpientes como hemipenes o glándulas odoríferas. Para aclarar las cosas, el equipo investigó en investigaciones anteriores e identificó las estructuras fisiológicas presentes en la serpiente mediante histología (estudio de células y estructuras a través de un microscopio). Dos hembras de víbora de la muerte fueron especímenes clave que ayudaron a dilucidar por completo la estructura.
El equipo de investigación, dirigido por la candidata a doctorado de la Universidad de Adelaida Megan Folwell, encontró un órgano con forma de corazón, rico en nervios y grupos de glóbulos rojos, lo que sugiere que podría hincharse y ser estimulado durante el apareamiento.
“Esto es importante porque a menudo se piensa que el apareamiento de las serpientes implica coerción hacia la hembra, no seducción”, dijo Kate Sanders, bióloga de la Universidad de Adelaida y coautora del artículo, en un comunicado de prensa.
El equipo concluye que el clítoris de la serpiente es “probablemente funcional” y que las diferencias entre especies podrían, en trabajos futuros, correlacionarse con diferentes conductas de cortejo y apareamiento. El equipo plantea la hipótesis de que el hemiclítoris también podría proporcionar a las serpientes hembras sensibilidad durante el sexo y promover “un apareamiento más prolongado y frecuente”, lo que ofrece una mejor oportunidad para la fertilización y da lugar a crías de serpiente más pequeñas y adorables.
Pero, ¿por qué se tardó tanto en encontrar el clítoris de la serpiente? No es de extrañar que las serpientes hembras tengan uno, teniendo en cuenta que esto es así para la mayoría de las hembras amniotas (el grupo de animales terrestres que incluye reptiles y mamíferos), excepto las aves. Pero, como escribe Jenna Crowe-Riddell, coautora y neuroecóloga de La Trobe Un en The Conversation, la razón por la que aún no sabíamos de la existencia de este órgano es triple.
En primer lugar, los genitales de las serpientes están ocultos en su mayor parte dentro de la cola. También existe la particularidad de que algunas especies de serpientes tienen individuos intersexuales que tienen ovarios y hemipenes, lo que complica aún más la identificación. Folwell y el equipo analizaron recientemente estos desafíos en un artículo de revisión de junio.
En términos más generales, los genitales femeninos no reciben el mismo tipo de atención en la investigación que los masculinos. Esto no solo es cierto en el caso de las serpientes, sino también en el de las especies de mamíferos y los humanos.